31 de enero de 2015

NO CULPES AL KARMA DE LO QUE TE PASA POR GILIPOLLAS (Laura Norton)


Si estás leyendo estas líneas  es que te ha llamado la atención el título.
¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante:  ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa,  para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy  maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos...
Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que  su piso se convierte en una especie de camarote de los  hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a
vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y  su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que  lleva mucho tiempo sin ver...
Pero mejor no te lo contamos porque te gustará  leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde  el título, te garantizamos unas cuantas horas de  descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.
 
Empecé el año leyendo esta entretenida novela, justo tras tomar las uvas. Y no pude parar de leer en toda la noche.
Es una novela "simpática", sin ser unas risas constantes, pero tampoco un dramón contínuo, justo lo ideal para empezar el año con buen pie. Además está contada de una manera muy cercana, que parece que todo le esté ocurriendo a alguien que conoces, aunque quiero pensar que es difícil que todo se tuerza tanto para alguien... Y es que Sara tiene muy mala suerte, y eso junto con el hecho de que no para de meter la pata, hace que no pare de vivir situaciones desesperantes (y muy divertidas, pero vistas desde fuera, claro).

Sara tiene un novio con el que tiene una relación a distancia, unos padres peculiares y una hermana adorablemente inconsciente. Además ha decidido dedicarse a lo que le gusta, después de haber estudiado la carrera de Químicas: Sara quiere ser PLUMISTA. Así empieza a intentar cambiar su vida. Pero claro, a ella las cosas no le pueden salir bien. Cada decisión, cada momento, cada situación... es un drama, una odisea. Y unas risas aseguradas para el lector.
  • - Que mal karma ni que mal karma, yo, que soy gilipollas, que tenía que haber leído el cartelito de que había una cabra. Pero es lo que me pasa siempre, que soy gilipollas - dije yo, empapada de arriba abajo, oliendo a basurero y empezando a sentir un frío polar. 
Aunque sí es cierto que hay momentos en los que me parece que la trama se enreda demasiado antes de llegar al objetivo, en general me ha resultado muy muy entretenido y fácil de leer. Ideal para una lectura amena y de relax.

2 comentarios:

  1. Me lo estoy terminando de leer. Creo que merece una calificación moderada, pero está resolviendo muy bien el cometido de entretener.
    Ya lo comentaré en mi blog.
    Gracias por tu reseña.
    Nos leeemos. Un besazo.

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    1. Claro, realmente a mí me pareció eso. No es una super novela, pero entretiene, que es lo que yo le pedía a la historia.

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