Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.
¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de
decírtelo a ti mismo? Y lo más importante:
¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha
quedado en la cara? Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va
la cosa, para que te hicieras una idea:
que si la protagonista, Sara, es muy
maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca
lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos...
Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra
con que su piso se convierte en una
especie de camarote de los hermanos Marx
cuando en la misma semana se meten a
vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde
y su excéntrico prometido y, sobre todo,
el novio al que lleva mucho tiempo sin
ver...
Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que,
desde el título, te garantizamos unas
cuantas horas de descacharrante
diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.
Empecé el año leyendo esta entretenida novela, justo tras tomar las uvas. Y no pude parar de leer en toda la noche.
Es una novela "simpática", sin ser unas risas constantes, pero tampoco un dramón contínuo, justo lo ideal para empezar el año con buen pie. Además está contada de una manera muy cercana, que parece que todo le esté ocurriendo a alguien que conoces, aunque quiero pensar que es difícil que todo se tuerza tanto para alguien... Y es que Sara tiene muy mala suerte, y eso junto con el hecho de que no para de meter la pata, hace que no pare de vivir situaciones desesperantes (y muy divertidas, pero vistas desde fuera, claro).
Sara tiene un novio con el que tiene una relación a distancia, unos padres peculiares y una hermana adorablemente inconsciente. Además ha decidido dedicarse a lo que le gusta, después de haber estudiado la carrera de Químicas: Sara quiere ser PLUMISTA. Así empieza a intentar cambiar su vida. Pero claro, a ella las cosas no le pueden salir bien. Cada decisión, cada momento, cada situación... es un drama, una odisea. Y unas risas aseguradas para el lector.
- - Que mal karma ni que mal karma, yo, que soy gilipollas, que tenía que haber leído el cartelito de que había una cabra. Pero es lo que me pasa siempre, que soy gilipollas - dije yo, empapada de arriba abajo, oliendo a basurero y empezando a sentir un frío polar.
Me lo estoy terminando de leer. Creo que merece una calificación moderada, pero está resolviendo muy bien el cometido de entretener.
ResponderEliminarYa lo comentaré en mi blog.
Gracias por tu reseña.
Nos leeemos. Un besazo.
Claro, realmente a mí me pareció eso. No es una super novela, pero entretiene, que es lo que yo le pedía a la historia.
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